jueves, 11 de agosto de 2011

Porque hay tantos divorcios

El tema es delicado y no por eso ocasional, sino que abunda en nuestro entorno más de lo que parece.

¿Nos cansamos de nuestra pareja?

¿Ya no tenemos la ilusión del principio?


Por lo general y por no decir siempre, en estas historias aparece casi siempre una tercera persona.

Un tercero que se mete por medio y lo “acaba de arreglar”.

Solo falta que estemos a disgusto con nuestra pareja, para que aparezca ese “extraño” y que nos produzca aquello que siempre estábamos deseando; el enamoramiento.


En la naturaleza hay muestras irracionales de los dos casos; animales que se reproducen con todos los que pueden de su especie y animales que mantienen su pareja fielmente toda su vida.


Desde luego que cuando se produce esta ruptura, mal hace a todo el mundo y nadie sale ganando.

Sufren ellos, sufren los hijos, sufren los padres, sufren los hermanos y sufren los amigos.


Y encima uno de los dos debe marchar de la vivienda.

Procesos burocráticos

Pasar una pensión de manutención.

Buscar otra vivienda.

Compartir los hijos

Cambiar de hábitos.

Vamos, todo un negocio.


¿Cuál es realmente el problema?

¿Nos hemos enamorado con una nueva persona y deseamos cambiar de familia a costa de todo esto o bien ya no aguantamos a nuestra pareja y esperamos hasta que se nos presenta una ocasión en bandeja?

Y mientras no aparece el tercero, la vida presenta una relación silenciosa, tensa, desagradable y violenta.


Mantener la ilusión en el otro es siempre una tarea a mantener viva.

Si llegamos a casa, nos vamos a nuestra habitación o a ver la TV y no hay ningún tipo de comunicación con la pareja, al final esta relación acaba degradándose.

Se mantienen dos vidas separadas bajo un mismo techo.


Ya sabemos que cuando vamos envejeciendo, empezamos a perder el atractivo físico, pero esa pérdida se produce en los dos componentes, no solo en uno.

Ahí es cuando el atractivo debe ser a nivel interior, a nivel de persona, a nivel de actitudes. Y realmente existe, porque ya no ves una persona envejecida, ves a una persona que te quiere, que está por ti y que la recuerdas cuando la conociste.


La espiral de relación puede ser ascendente o descendente.

Si pasas de todo, si vives tu vida y no haces participar de ello a tu pareja, al final la pareja hará lo mismo contigo.

Es un bucle degenerativo que se contagia, pero siempre a peor.

Si por el contrario, estás por tu pareja, la mimas, la cuidas, comentas, compartes, ella hará lo mismo contigo y el bucle será contagioso a mejor.


Desde que se aprobó la ley del divorcio en nuestro país en 1981, las situaciones criticas de convivencia acabaron en separación.

Pero antes de esa ley, el ambiente de matrimonios debería ser en estos casos muy desagradable.

Además represivo, porque años atrás, quien solo trabajaba acostumbraba a ser el marido.

Ella estaba al amparo del sueldo del marido y ésta era una triste condición de dependencia cuando la relación se deterioraba.


Puedo decir que en mi vida de infancia y adolescencia nunca tuve afortunadamente quejas sobre la vida de mis padres y nunca vi discusiones que destacaran en mis recuerdos, pero entiendo que el mayor daño que puede hacerse a un niño es la separación de sus padres y el trauma que me imagino le debe quedar de por vida.

Por ellos pido reconsiderar tales decisiones en la vida de familia.

Nuestro egoísmo en nuestras decisiones no nos hace pensar a fondo en el daño moral que se les hace a estos pequeños.

Y estos pequeños pueden de mayores imitar las decisiones de sus padres como un mal ejemplo a seguir.


¿Por qué dos personas no pueden convivir toda la vida?

Recordemos que nadie nos impuso tal relación, al menos en los países occidentales donde vivimos.

Fuimos libres en ese entorno de elegir nuestra pareja, de conocerla mínimamente, de ver sus defectos y virtudes, de aceptarla o no aceptarla.

Nadie nos condiciona a aceptar esa persona, no estás obligado.

Es un serio compromiso al que debemos poner todo nuestro empeño y todo nuestro corazón.

Las situaciones de la vida pueden cambiar mucho, pero la pareja la tendremos siempre a nuestro lado, en momentos buenos y en momentos malos.


Veo que cada vez va en decadencia eso de convivir con alguien toda una vida.

Primero porque no hay casi barreras que lo impidan y luego porque hay donde elegir, no está tan mal visto, tenemos poco aguante y hay poca comprensión.


Naturalmente que todos los casos no son así.

Hay casos de abandono familiar en los cuales nos sentimos victimas de una situación sorpresa. Nos coge desprevenidos.

Su actitud estaba pensada desde hace tiempo, pero no detectamos ningún indicio de tal decisión. Lo llevaba muy bien escondido.


En la mayoría de casos siempre pensamos que una nueva pareja lo solucionará todo y no siempre es así.

Si el error es nuestro, arrastraremos el mismo error con la siguiente persona y así sucesivamente.

En cambio hay casos en que realmente si se soluciona con otra nueva persona.


Nuestra sociedad está montada de esta forma.

Nos han enseñado que la familia es la base de la sociedad y el hombre desde que es hombre a aceptado ese modo de vida.


¿Quizás alguien propone algo mejor?

¿La vida en comuna?

¿La vida sin estructura familiar resultaría mejor?

Hijos de quien sabe de quien son.

¿Convivencia sexual de todos con todos?

¿Resultaría mejor ese tipo de vida mas parecido al comportamiento animal irracional que al comportamiento humano?

¿Quién lo ha probado y quien ha demostrado que es mejor?

Posiblemente una sociedad así ya habría sido noticia y quizás otros lo habrían imitado, pero no ha sido así.

Parece que lo mejor es lo ya establecido.


¿Y las relaciones prematrimoniales?

¿Son como se pretendía una base para asegurar que el matrimonio funcionaría mejor y más seguro?

El tiempo no nos ha dado la razón tampoco en esto.

De joven me intentaron convencer que el sexo es el 50% en el matrimonio.

Quizás lo sea al principio, pero que pregunten a los mas maduros.

Por experiencia propia te puedo asegurar que no.

El sexo prevalece unos años y no es que desaparezca de golpe sino que mengua poco a poco.

Los más "afortunados" mantendrán un porcentaje mayor y los menos, pues eso… menos.

El sexo es un atractivo en especial durante la juventud y hablando biologicamente un truco para mantener nuestra especie.

Con los años transcurridos, se empieza a dar más importancia a otros valores sin rechazar por supuesto el sexo.


En muchos casos también la falta de sexo en el matrimonio fue el pretexto de las separaciones y eso es un tema muy personal en la pareja.

El adulterio se consideraba como única causa legal para pedir el divorcio.

Hoy día hasta el roncar y el mal aliento pueden ser motivos de divorcio.

Todo me parecen excusas y cuando dos se quieren todo es superable.

Igualmente cuando dos se quieren separar, al final lo consiguen.


Parece que entre los famosos y los mas poderosos económicamente, el divorcio está a la orden del día y si no, veamos las revistas del corazón.

Estas nos lo demuestran.

Pero tampoco algunos amigos y familiares cercanos están exentos del tema.


Si nos basamos en el físico para nuestra relación, puede acabar en fracaso después de los años.

El físico es muy probablemente la mejor entrada y mejor tarjeta de visita en el inicio de una relación. ¿Por qué decir que no?

Eso es así, independientemente seas mejor o peor persona.

En la segunda etapa de la vida se valora ese interior que en definitiva es el que perdurará toda una vida o al menos eso pretendemos.

El error es descubrir un interior que no nos satisface y seguir adelante porque su físico nos cautiva.

Es aquello que se dice "el amor es ciego". Y realmente eso ocurre.

Ven mas claramente estas situaciones nuestros amigos, que nosotros mismos.

Les pedimos opinión pero nos cuesta aceptarlo, porque estamos "ciegos" y absortos.


La etapa del enamoramiento nos hace vivir flotando y viéndolo todo de color de rosa.

Pero yo te aconsejo pensar al menos una sola vez con la cabeza, dejando los sentimientos a parte.

Lo ves claro si o no?

El error es seguir adelante no viéndolo claro.

En cuanto pasen los años (te cases o vivas en pareja), verás más claramente lo que en un inicio no querías o no podías ver.

Y tal situación puede convertirse ahora en un problema.

Si pretendes mantener esta relación muchos años, ahora te empezará a ser difícil.


Naturalmente que el físico es importante, pero antes de "lanzarte a la piscina", piensa con la cabeza y analiza si su forma de ser te convence.


Personalmente nunca me gustaron las personas que dan mucha importancia a su físico, que dan culto al cuerpo, que le dan excesiva importancia ir a la playa para un cambio de color más atractivo.

Me gustan las personas sencillas, comunicativas, entregadas a los demás, fieles, que dan importancia a los verdaderos valores, aquellos que no se ven, que soportan los inconvenientes, que perdonan, que se sacrifican.


Estas características como suele decirse "no venden", no son una propaganda que destaque entre los jóvenes. Son más bien unos valores más propios de una monja de clausura que de una "tía buena" en las que todos se fijan.

Pero estos valores son los que perduran y a la alarga los aprecias realmente.


¿Casarte o vivir en pareja?

La nueva moda fue ésta, la vida en pareja.

También existía antes, pero tenían demasiados problemas burocráticos y jurídicos para mantenerlo, en especial con hijos por medio y al final muchos claudicaban y se casaban.


Hoy día todo es más fácil para una vida de pareja, pero déjame decirte una cosa, el compromiso con tu pareja es moralmente el mismo, estés casado o no.

La responsabilidad es idéntica.

Te evitas el convite si quieres, la ceremonia, la iglesia, el gasto increíble, la vergüenza si eres tímido, pero el compromiso es igual.

Estas celebraciones se han mantenido por lo general durante toda la historia de la humanidad y la boda siempre se consideró un acto festivo muy especial entre dos personas.


Ahora en cambio; "aquí te pillo y aquí te cojo".

Qué te puedes separar más fácilmente y cambiar de pareja haciendo "menos ruido"? pues si es cierto, pero el daño es el mismo, con o sin hijos.


Muchas veces y se sabe que algunos matrimonios para salvar una situación deteriorada, se cargan de hijos, pensando que así se solucionará.

Pues no solo no se soluciona sino que se empeora.


En fin, que si no eres capaz de mantener una vida en matrimonio, puedes quedarte soltero, lo cual también es perfectamente legal.

Pero siempre pensé que el compartir es siempre mejor actitud, a pesar de los inconvenientes que también comportan.


Pero aciértala, porque muchas veces el matrimonio es una lotería que te puede salir bien o te puede salir mal.

Mi padre siempre decía al respecto, que el matrimonio puede ser la antesala del cielo o la antesala del infierno.

Nuestros comportamientos con los años suelen empeorar ligeramente y solemos ser algo más exigentes y un poco menos comprensivos con respecto al principio en que todo lo aceptábamos y todo nos parecía bien, pero estos cambios debemos asumirlos con comprensión y paciencia.



10-9-2011 Guillermo Blanco

http://misblogspersonales.blogspot.com/


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