En el
vientre de una mujer embarazada estaban dos criaturas conversando, cuando una
le preguntó a la otra:
-¿Crees en la vida
después del nacimiento?
La respuesta fue inmediata:
Claro que sí. Algo tiene que
haber después del nacimiento.
Quizás estemos aquí porque
necesitamos prepararnos para lo que seremos luego.
-Bobadas, no hay
vida después del nacimiento! ¿Cómo crees que sería esa vida?
No lo sé exactamente, pero
posiblemente habrá más luz que aquí.
Tal vez caminemos con nuestros
propios pies y comamos con la boca.
-Eso es un
absurdo! Caminar es imposible. ¿Y comer con la boca? Es totalmente ridículo! El
cordón umbilical es lo que nos alimenta.
Yo solamente digo
una cosa: la vida después del nacimiento es una hipótesis definitivamente
excluida – el cordón umbilical es muy corto.
En verdad, creo que
ciertamente habrá algo.
Tal vez sea un poco diferente
de lo que estamos habituados a tener aquí.
- Pero nadie vino
de allá, nadie volvió después del nacimiento.
El parto apenas
encierra la vida. Vida que a final de cuentas, es nada más que una
angustia prolongada en esta absoluta oscuridad.
Bueno, yo no sé exactamente
cómo será después del nacimiento, pero con certeza, veremos a mamá y ella
cuidará de nosotros.
-¿Mamá? ¿Tú crees
en la mamá? ¿Y dónde supuestamente estaría ella?
¿Dónde? En todo alrededor
nuestro!
En ella y a través de ella
vivimos. Sin ella todo eso no existiría.
- Yo no lo creo!
Yo nunca vi ninguna mamá, lo que comprueba que mamá no existe.
Bueno, pero a veces, cuando
estamos en silencio, puedes oírla cantando, o sientes cómo ella acaricia
nuestro mundo. ¿Sabes que?
Pienso, entonces, que la vida
real solo nos espera y que ahora, apenas estamos preparándonos para ella...
Anónimo 4-5-2012